2020 Volume 31 Pages 29-43
La comedia Los primeros mártires del Japón fue tradicionalmente atribuida a Lope de Vega, aunque actualmente cada vez más estudiosos la consideran una obra de Antonio Mira de Amescua. Esta pieza dramática incita a discernir sobre su función evangelizadora y orientalizadora así como a analizar los puentes entre las dos culturas. Además, la obra no relega a la mujer a un papel pasivo, puesto que la muestra como cazadora, manifestando así similitudes con Rosaura en La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, los personajes femeninos de Amazonas en las Indias, de Tirso de Molina, u otras mujeres vestidas de hombre en el teatro del Siglo de Oro español. Debido a que el perfil de una guerrera se enfrenta con la representación oficial de la mujer del momento, Los primeros mártires del Japón ofrece un especial interés como punto de partida para un breve análisis de la liberación de la mujer ya en el siglo xvii.