Idolatría en los Andes contemporáneos trata sobre un hallazgo insólito de un
enqaychu (escultura de una alpaca tallada en piedra), en el terreno de cultivo de don Feliciano al momento de barbechar (preparar el terreno para la siembra) en la comunidad de Pampallacta, Calca, Cusco y sobre la celebración de un ritual. El ritual celebrado fue con el objetivo de reactivar la fuerza (
kallpa) de la figurilla de piedra y convertirse en
enqaychu para propiciar la fecundación de los animales (alpaca). La celebración del ritual se llevó durante cuatro días y cuatro noches ofreciendo al
Apu (deidad andina) el
despacho (ofrenda), coca
k’intu, chicha y vino. En el ritual para su activación del poder fecundador del
enqaychu, se asoció con un tejido o manta llamado
misa que fue confeccionado de dos colores blanco y rojo. Esta dualidad de colores unidas simboliza la
misa q’epe (atado ritual). El sufijo
enqa fue definida como principio generador y vital que con el ritual se logra encarnar en el
enqaychu para avivar su fuerza vital (
kallpa). De esa manera, el
enqaychu que posee el pastor es para invocar la fertilidad del ganado.
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